NADA ARRUINA MÁS RÁPIDAMENTE UNA Taza de chocolate caliente que la sacudida de dolor de unos dientes sensibles. Una de cada ocho personas en EE.UU. padece sensibilidad dental, ¡incluidos los niños! ¿Qué la provoca y qué podemos hacer para proteger nuestros dientes?
Comprender la anatomía dental
En un diente sano, hay una capa exterior protectora de esmalte, una capa intermedia porosa y ósea de dentina y, por último, la cámara pulpar en el centro, que contiene nervios y vasos sanguíneos. La forma en que los nervios de la cámara pulpar reciben información sensorial (para cosas como la presión y la temperatura) es a través de los miles de túbulos microscópicos que recorren la dentina.
Demasiada información sensorial
Cuando la capa protectora del esmalte se desgasta, los túbulos de la dentina quedan expuestos y los nervios reciben de repente mucha más estimulación de la que les gusta. Esto es lo que hace que la erosión del esmalte sea una de las principales causas de la sensibilidad dental. Sin esmalte, los nervios sufren un desagradable choque cada vez que algo demasiado caliente o frío, o incluso demasiado dulce o ácido, toca el exterior del diente.
¿Qué más provoca la sensibilidad?
La exposición de las raíces debido a la recesión de las encías también provoca sensibilidad. El esmalte sólo cubre la corona del diente, no las raíces, que están protegidas por las encías. Si las encías se retraen debido al rechinamiento de los dientes, al cepillado excesivo o a una enfermedad de las encías, las raíces quedan expuestas. Las caries y las lesiones dentales también pueden causar sensibilidad.
¿Estás protegiendo tus dientes?
Afortunadamente para todos nosotros, hay formas de defenderse, incluso si nuestros dientes ya son sensibles. El uso de un cepillo de cerdas suaves ayudará a prevenir una mayor erosión del esmalte o la recesión de las encías. En realidad, no necesitamos cerdas rígidas para limpiarnos los dientes eficazmente. También hay dentífricos especiales formulados para dientes sensibles. Evitar los alimentos y bebidas azucarados y ácidos (sobre todo los refrescos) también es una buena idea.
El dentista puede ayudar
No sufras la sensibilidad dental en silencio; ¡házselo saber al dentista! Además de poder determinar la causa del problema, el dentista puede hacer cosas para ayudar a proteger los dientes, como aplicar un barniz de flúor para fortalecer el esmalte, recetar una pasta dentífrica desensibilizante o, en un caso grave, realizar una restauración dental o recomendar un injerto de encía para cubrir las raíces expuestas.