TODOS SABEMOS lo importante que es el cepillado diario y el uso del hilo dental para la sonrisa de un niño en crecimiento. Sabemos que hay que concertar citas periódicas con el dentista y, por suerte, también sabemos que es importante reducir el consumo de azúcar y limitarlo a las comidas en lugar de tomar tentempiés a lo largo del día. Pero, ¿qué pasa con las vitaminas y minerales que ayudan a construir esas sonrisas sanas en primer lugar?
Vitaminas para la salud bucodental
¿Qué hace que la saliva fluya para proteger los dientes y las encías? ¡Vitamina A! La vitamina C es un potente antioxidante que ayuda a nuestro organismo a cicatrizar y a combatir la inflamación. Cuando los niños no reciben suficiente, sus encías pueden volverse más propensas a sangrar y sus dientes pueden aflojarse.
La vitamina D indica a nuestros intestinos que absorban vitaminas en el torrente sanguíneo y ayuda a nuestros huesos a mantenerse densos y fuertes. Las vitaminas B2, 3 y 12 son importantes para reducir el riesgo de desarrollar aftas en la boca, y la B3 también nos ayuda a convertir los alimentos en energía.
¿Y esos minerales?
El calcio es excelente para fortalecer los dientes y los huesos, y el magnesio ayuda al organismo a absorberlo. Necesitamos hierro para mantener buenos niveles de oxígeno en nuestras células. Por último, el zinc nos ayuda a combatir las bacterias orales y la placa dificultando su acumulación a lo largo de la línea de las encías.