SER NIÑO conlleva un montón de rodillas raspadas y golpes y moratones por correr y descubrir el mundo. Los padres quieren que sus hijos disfruten de todo lo que ofrece la infancia, pero preferiblemente evitando algunos de sus inconvenientes, como las lesiones dentales evitables. ¿Qué podemos hacer para mantener a salvo los dientes de nuestros hijos? He aquí algunos consejos a seguir.
Causas comunes de las lesiones dentales infantiles
Tanto si nuestros hijos juegan en el patio como en el parque con sus amigos, hay algunas formas sencillas de mantener sus dientes a salvo. En primer lugar, es importante conocer las causas habituales de las lesiones dentales.
Los bebés y los niños pequeños son los que más lesiones dentales sufren en la bañera, porque es muy fácil que se caigan en un entorno de porcelana húmeda y resbaladiza. Podemos minimizar el riesgo vigilándoles de cerca cuando están en la bañera.
Cualquier objeto que se lance, como una pelota o un frisbee, puede provocar lesiones dentales. Asegúrate de hablar con tus hijos sobre seguridad, especialmente sobre lo importante que es no apuntar a la cabeza de los demás.
Otra causa frecuente de lesiones dentales son los juegos infantiles, como las barras, los columpios e incluso los columpios. Hable con sus hijos para que tengan cuidado con estos equipos. Caerse de bruces podría bastar para arrancarles un diente.
Planificar con antelación
A veces ocurren accidentes por muy cuidadosos que seamos, y por eso es tan importante planificar qué hacer en caso de lesión dental repentina. El primer paso de cualquier plan de emergencia es no dejarse llevar por el pánico. Evalúe la situación. Si el diente lesionado es un diente de adulto o un diente de leche que no estaba flojo, intenta volver a colocarlo en su sitio (o guárdalo en leche fría si no puedes) y acude al dentista de inmediato. Asegúrate de conocer la ubicación de la consulta del dentista.
No siempre es posible reimplantar un diente, pero una acción rápida como ésta le dará la mejor oportunidad. El objetivo con un diente caído es mantener viva la raíz hasta que llegue al dentista. Asegúrate de no tocar la raíz ni intentar limpiarla, y no la guardes en agua ni en hielo, porque cualquiera de esas cosas la matará y será imposible replantarla.
Si la lesión no afecta sólo a los dientes, es posible que el niño tenga que ir a urgencias antes que al dentista. Muchos hospitales tienen dentistas en plantilla que pueden ayudar con las lesiones dentales en una emergencia médica mayor.
Otra forma de proteger los dientes: Mantenerlos sanos
Una buena forma de proteger los dientes de nuestros hijos es mantenerlos sanos y fuertes enseñándoles buenos hábitos de higiene bucal. Los niños deben aprender a cepillarse los dientes durante dos minutos dos veces al día y a utilizar el hilo dental una vez al día, y debemos asegurarnos de que acuden regularmente a sus citas con el dentista. Cuando los dientes están sanos, resisten mejor las lesiones.