LA RESPIRACIÓN BUCAL PUEDE causar todo tipo de problemas a corto plazo, muchos de los cuales están relacionados con la mala calidad del sueño al no recibir suficiente oxígeno al respirar por la boca.
Consecuencias a corto plazo del hábito de respirar por la boca
Si un niño presenta los siguientes síntomas, podría deberse a la respiración bucal:
- Deterioro del habla. Cuando un niño tiene siempre la boca abierta, ciertos sonidos son más difíciles de pronunciar.
- Halitosis (mal aliento crónico). Una boca abierta tiende a ser una boca seca, lo que significa que no hay suficiente saliva para limpiar los gérmenes.
- Caries. Otros subproductos graves de la sequedad bucal son las caries.
- Irritabilidad, letargo y falta de atención. Menos oxígeno significa dormir peor, lo que hace mucho más difícil que los niños presten atención en la escuela y sean brillantes y felices.
Cómo afecta la respiración bucal a la salud a largo plazo
Aunque los problemas anteriores ya son bastante graves, los derivados de la respiración bucal no acaban ahí. Si no se controla durante toda la infancia, la respiración bucal puede provocar lo siguiente:
- Tratamiento de ortodoncia prolongado. Los aparatos de ortodoncia tardarán más tiempo y habrá más probabilidades de que los dientes vuelvan a su posición anterior a los aparatos.
- Estructura facial alterada. De hecho, los huesos de la cara pueden desarrollarse de forma diferente debido a la respiración bucal, lo que da lugar a rasgos más planos, ojos caídos, mandíbula estrecha y mentón más pequeño.
- Apnea del sueño. Respirar por la boca puede aumentar el riesgo de apnea del sueño, un peligroso trastorno del sueño que dificulta el descanso nocturno.