PUEDE QUE SEA CLICHÉD decirlo, pero es cierto que los niños crecen rápido. La ropa se les queda pequeña constantemente, superan tus más ingeniosas técnicas de protección y aprenden cosas nuevas. No podemos ayudarte con todo eso, pero estamos aquí con toda la información que necesitas sobre el desarrollo dental de tu hijo, por eso es el momento de hablar de cómo el uso del chupete o chuparse el dedo o el pulgar más allá de los años de infantil puede afectar negativamente a sus dientes y mandíbulas.
Chuparse el dedo y usar chupete es bueno (hasta cierto punto)
Estos hábitos no tienen muy buena reputación, pero son hábitos de autocalma perfectamente saludables para bebés y niños pequeños. Les ayuda a sentirse seguros y felices cuando se encuentran con algo nuevo o estresante, lo que ocurre a menudo, teniendo en cuenta que todo es nuevo para los bebés y los niños pequeños. Hay una serie de beneficios, entre ellos:
- Facilitar que el bebé se duerma y permanezca dormido (lo que también significa menos interrupciones del sueño para los padres).
- Evitar que el bebé se enfade al separarse de sus padres
- Reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL)
¿Cuándo dejan de ser buenas?
A partir de cierta edad, cuando los dientes adultos se están desarrollando en la mandíbula de su hijo, chuparse el dedo o usar el chupete de forma frecuente y vigorosa empiezan a tener efectos perjudiciales sobre cómo crecerán esos dientes adultos, e incluso pueden cambiar la forma de la arcada dental. Sin embargo, no hay por qué preocuparse de antemano, ya que la mayoría de los niños abandonan estos hábitos por sí solos antes de cumplir los cuatro años. Si para entonces no muestran signos de detenerse, puede ser un buen momento para intervenir.
Consejos para dejar de chuparse el dedo
Impedir que tu hijo use el chupete puede ser tan sencillo como quitárselo o recortárselo hasta que pierda el interés, pero obviamente eso no es posible para los que se chupan el dedo. No te recomendamos que intentes detenerlos cuando son niños pequeños, porque no son lo bastante maduros para entenderlo y lo más probable es que sólo se enfaden. Los productos tópicos de sabor desagradable tampoco son perfectos, y a veces pueden ser perjudiciales.
He aquí algunas estrategias que podemos apoyar:
- Concéntrese más en elogiar los éxitos que en regañar los fracasos.
- Mantén sus manos muy ocupadas con actividades atractivas (como manualidades) para que tengan el pulgar libre para chupárselo.
- Póngales calcetines en las manos mientras duermen para evitar que se chupen el dedo por la noche (puede que tenga que pegar los calcetines con cinta adhesiva).
Pídanos consejo
Si tu hijo se acerca a la edad preescolar y no da señales de haber abandonado el hábito del chupete o de chuparse el dedo, ¡no dudes en plantearnos tus dudas! Podemos trabajar juntos para encontrar una buena estrategia que ayude a tu hijo a superar esta tendencia y a mantener un desarrollo dental saludable.