UNA ESPECTANTE MADRE experimenta muchos cambios durante el embarazo, más allá de la barriguita del bebé y algunos antojos graciosos. Por desgracia, algunos de los cambios en la salud bucodental no son especialmente agradables.
Gingivitis del embarazo y hormonas
No importa lo emocionante y ajetreado que pueda ser el embarazo, nunca dejes que se interponga en el camino del cepillado diario y el uso del hilo dental, porque el embarazo es un momento en el que las encías son especialmente vulnerables a la gingivitis. Hasta dos de cada cinco mujeres embarazadas padecen enfermedades de las encías, que las dejan sensibles e inflamadas. Los estudios han llegado incluso a relacionar la gingivitis del embarazo con los partos prematuros y el menor peso al nacer, así que contraataca utilizando a diario hilo dental y un cepillo de dientes de cerdas suaves.
Náuseas matutinas y erosión del esmalte
Uno de los síntomas más comunes (y sin duda más conocidos) del embarazo son las náuseas matutinas. Es un síntoma lo suficientemente desagradable como para tratarlo por sí solo, pero cuando no tenemos cuidado, puede tener efectos agravantes en nuestros dientes. A pesar de que el esmalte dental es la sustancia más dura del cuerpo humano, es muy vulnerable a la erosión ácida, y los vómitos frecuentes debidos a las náuseas matutinas pondrán el esmalte en contacto con una gran cantidad de ácido fuerte.
Una buena forma de minimizar los efectos de la acidez estomacal es hacer buches con bicarbonato de sodio y agua después de un ataque de náuseas matutinas. Asegúrate de no cepillarte hasta después de haber hecho esto, ¡o te arriesgas a una erosión adicional!
Granuloma piógeno durante el embarazo
Este es extremadamente extraño: algunas mujeres embarazadas desarrollan crecimientos de tejido gingival similares a frambuesas entre los dientes. Se llaman granulomas piógenos o «tumores del embarazo». Suelen aparecer en el segundo trimestre y desaparecen por sí solos después del parto. Los granulomas piógenos son benignos, pero pueden extirparse si causan demasiadas molestias.
Nutrición y salud dental (de la madre y el bebé)
Los profesionales de la salud dental suelen recomendar reducir los caprichos azucarados sean cuales sean las circunstancias, ya que el azúcar es el alimento favorito de las bacterias orales dañinas, y el embarazo no es una excepción. Consumir menos azúcar contribuirá en gran medida a proteger los dientes y las encías, y centrarse en los nutrientes esenciales (sobre todo las vitaminas A, C y D, junto con mucho calcio, proteínas y fósforo) ayudará al desarrollo de los dientes del bebé.
El dentista es un gran recurso
Mantener unos hábitos de higiene bucal diarios y una alimentación sana es fundamental durante el embarazo, pero otro factor para mantener una buena salud bucal es el dentista. No olvide incluir en su agenda citas periódicas con el dentista, sobre todo si le preocupan sus dientes o encías. Si hace tiempo que no acude a una cita, prográmela.