UNA GRAN MANERA de hacer que la perspectiva de perder el primer diente de leche sea menos aterradora es ayudar a los niños a verlo como un rito de paso: perder los dientes de leche es una parte importante de ser un niño grande, al igual que aprender a montar en bicicleta y atarse los cordones de los zapatos. Es un paso grande y emocionante, y esperemos que sean capaces de verlo así con un poco de ayuda.
¿Cuál es su estrategia?
Cualquier plan de juego diente flojo debe incluir la estrategia real para ayudar a que el diente salga. Desaconsejamos a los padres que persigan a sus hijos con un alicate, ya que no les resultará muy divertido. Anímale a que mueva el diente a menudo con la lengua o con un dedo limpio para ayudarle, e intenta no forzar la situación si todavía está demasiado nervioso. Por lo general, es mejor esperar hasta que el diente esté muy flojo.
Dé a su hijo un papel activo
A la hora de sacar el diente, existe el viejo recurso de atar un poco de hilo dental al pomo de una puerta, pero los padres también pueden hacerlo un poco más original atando el hilo a un dardo Nerf, una flecha de juguete o el collar del perro. A ver cuál le gusta más al niño.
No se olvide de celebrar
Una vez salido el diente, ¡es hora de celebrarlo! Podría ser algo tan sencillo como esperar al Ratoncito Pérez, pero tal vez un juguete nuevo o una excursión a tomar un helado serían más emocionantes. Incluir algún tipo de recompensa, aunque sea pequeña, les ayudará a tener algo en lo que centrarse aparte de las partes terroríficas.