LA GENTE SOLÍA PENSAR que la recesión de las encías era algo inevitable al envejecer, pero eso no es necesariamente cierto. ¿Qué es la recesión de las encías? Es cuando el borde del tejido gingival retrocede alrededor de la corona del diente, exponiendo cada vez más la raíz. A menudo pensamos que está relacionada con la edad porque suele ser un problema tan gradual que tarda años o incluso décadas en hacerse notar, pero la recesión de las encías puede empezar ya en la infancia. En muchos casos, también puede prevenirse.
Un factor que no podemos controlar: La genética
Para unos pocos desafortunados, la recesión de las encías está causada por la genética. Pueden tener un tejido gingival más frágil que la media o unos huesos maxilares más débiles que no pueden soportar suficiente encía para mantener las raíces de los dientes totalmente cubiertas. Sin embargo, no existe un gen para la recesión automática de las encías, por lo que incluso las personas con factores de riesgo genético pueden hacer mucho para mantener sus encías sanas y minimizar la recesión.
Sí, es posible cepillarse demasiado fuerte
Una de las principales causas de la recesión de las encías es el cepillado excesivo. Si tu cepillo de dientes tiende a acabar con las cerdas dobladas hacia fuera después de un tiempo, puede que te estés cepillando con demasiada fuerza, y esto puede hacer mucho daño tanto al tejido de las encías como al esmalte dental con el paso del tiempo. Las encías y los dientes no están hechos para resistir una limpieza frecuente y dura. Eso no significa que no tengas que cepillarte los dientes dos veces al día. Intenta seguir el método de Ricitos de Oro. Cepíllate los dientes dos veces al día, pero asegúrate de utilizar un cepillo de cerdas suaves y presiona con suavidad. Lo mismo ocurre con el hilo dental. Utiliza hilo dental a diario, pero con cuidado con las encías.
Rechinar los dientes también afecta a las encías
El bruxismo, o rechinamiento crónico de los dientes, conlleva una amplia gama de problemas de salud bucodental, desde el daño a los propios dientes hasta el aumento del riesgo de recesión de las encías. Rechinar los dientes ejerce mucha presión sobre las encías, por lo que éstas pueden empezar a retraerse con el tiempo. El bruxismo puede ser un hábito difícil de abandonar, sobre todo si se produce por la noche. La buena noticia es que no tienes que luchar solo contra el hábito de moler. El dentista puede ayudarte.
La gingivitis hace que las encías sean más vulnerables
La gingivitis y las formas más avanzadas de enfermedad de las encías pueden llegar a destruir el tejido de soporte de las encías y el hueso que rodea las raíces de los dientes. Esto es lo que convierte a la enfermedad de las encías en la principal causa de la recesión gingival. Para mantener las encías sanas, es fundamental una rutina diaria de higiene bucal, pero también lo son las limpiezas profesionales periódicas en una clínica dental. Sólo los profesionales pueden eliminar la placa que se ha endurecido hasta convertirse en sarro, y cuanto más tiempo se deje que el sarro permanezca, más irritará las encías.
Incluso los niños pueden tener recesión de encías
Es poco frecuente, pero los niños no son inmunes a la recesión de las encías sólo porque sean pequeños. Las mismas causas pueden afectar al tejido de las encías en los niños que en los adultos: cepillado excesivo, mala higiene bucal y bruxismo. Otra causa son las lesiones orales. El mejor tratamiento, tanto para niños como para adultos, es la prevención mediante el mantenimiento de buenos hábitos de salud bucodental.
Encías sanas para sonrisas sanas
El higienista revisará las bolsas de las encías en busca de signos de inflamación o recesión en las visitas periódicas al dentista, así que asegúrate de programarlas dos veces al año. Si tiene alguna duda sobre la recesión de las encías, cómo prevenirla y cómo tratarla, pregúntenos. Queremos que todos nuestros pacientes dispongan de la información y las herramientas necesarias para mantener unas encías sanas.