EL PRIMER efecto NEGATIVO para la salud en el que solemos pensar en relación con el tabaco es el cáncer de pulmón, pero en realidad perjudica a todos los sistemas del organismo, y la salud bucodental no es una excepción. Fumar (o cualquier tipo de consumo de tabaco, incluidos el tabaco de mascar y el vapeo) es un factor de riesgo grave para muchos problemas de salud bucodental.
Los fumadores tienen más riesgo de cáncer oral
A pesar de que el cáncer de pulmón es el riesgo más destacado asociado al tabaquismo, el 80% de los diagnósticos de cáncer oral están relacionados con el hábito de fumar o mascar tabaco. El cáncer oral puede presentar síntomas precoces como la sensación de tener algo atascado en la garganta, dificultad para masticar o tragar, entumecimiento, hinchazón, manchas blancas inusuales en los tejidos blandos orales o llagas o dolor persistentes en la boca. Las revisiones dentales periódicas son fundamentales para detectar precozmente el cáncer oral.
Una extraña complicación de la salud bucodental: Queratosis del fumador
Otro efecto menos conocido que el tabaco puede tener sobre la salud bucodental es la queratosis del fumador, o manchas blancas en el paladar. Esta afección sigue siendo un misterio para la ciencia médica, pero podría ser el resultado de la inflamación de las glándulas mucosas. Las manchas blancas no suelen ser dolorosas, pero pueden ser precancerosas.
Las enfermedades de las encías son más probables con el hábito de fumar
Según los CDC, alrededor del 47% de los adultos mayores de 30 años padecen algún tipo de enfermedad de las encías. Fumar duplica el riesgo de desarrollarla y también hace que sea más difícil de tratar. A medida que avanza, la enfermedad de las encías puede causar graves daños en el tejido gingival e incluso provocar la pérdida de hueso en la mandíbula y la pérdida de dientes. Si las bacterias de la boca llegan al torrente sanguíneo a través de las encías inflamadas, pueden incluso poner en peligro la salud general.
¿Es el vapeo una alternativa segura?
Aunque el vapeo puede no ser tan perjudicial para los tejidos orales como el tabaquismo tradicional, sigue sin ser seguro. La nicotina en cualquiera de sus formas reduce el flujo sanguíneo, lo que priva al tejido gingival de oxígeno y nutrientes y ralentiza el proceso de cicatrización, haciendo más probable la muerte del tejido y la recesión de la encía. También reseca la boca, lo que puede provocar otra serie de problemas, desde caries hasta mal aliento.
Fumar no sólo perjudica al fumador
Muchos fumadores deciden que los riesgos para la salud de su hábito son aceptables, pensando que sólo les afectarán a ellos, pero el humo de segunda mano también tiene efectos graves. Los estudios sugieren una relación entre la exposición regular al humo de segunda mano y el desarrollo de caries. Además de los riesgos para la salud bucodental, también existen otros más amplios, sobre todo para los niños pequeños y los lactantes, desde los ataques de asma hasta el síndrome de muerte súbita del lactante.
Nunca es tarde para dejarlo
Los factores de riesgo no siempre pueden controlarse. No podemos evitar nuestra genética ni envejecer, pero fumar es un importante factor de riesgo de muchos problemas de salud y, a diferencia del envejecimiento y los genes, podemos evitar fumar o dejar de hacerlo si ya hemos empezado. Sin duda, es mejor no empezar nunca, pero incluso un fumador veterano puede mejorar significativamente su salud si deja de fumar.
No tiene por qué hacerlo solo
Dejar algo tan adictivo como el hábito de fumar es difícil, pero hay muchos aliados y recursos disponibles para ayudar, como amigos, familiares, consejeros y una gran cantidad de información útil en Internet. Otro gran recurso es el dentista, que puede detectar los primeros síntomas de problemas de salud bucodental y ayudarte a mantener la boca sana.