HACE SIGLOS, la gente no tenía muchas opciones para mantener limpios sus dientes. Algunas culturas utilizaban palillos de mascar y los primeros cepillos de dientes tenían cerdas de pelo de caballo. Hoy en día, disponemos de una amplia gama de opciones en cuanto a los utensilios que podemos utilizar para limpiarnos los dientes. ¿Cómo va a encontrar el que más le conviene? Nos gustaría ofrecerle algunos consejos para acotar la búsqueda.
¿Cómo de duras son las cerdas?
Cuando realizamos las tareas domésticas, a menudo hay que hincar los codos para limpiar bien las distintas superficies, pero deja atrás esa idea a la hora de cepillarte los dientes. Un cepillado demasiado fuerte puede dañar gravemente el tejido de las encías. De hecho, ¡es una de las principales causas de la recesión de las encías! La firmeza de las cerdas del cepillo de dientes también influye. Por eso recomendamos evitar los cepillos de cerdas firmes en favor de los de cerdas suaves.
¿Seguir con el manual o decantarse por el eléctrico?
Los primeros cepillos eléctricos no eran mucho mejores que los manuales a la hora de limpiar los dientes, pero los cepillos eléctricos modernos están a la altura de la idea original y a menudo superan a sus homólogos no eléctricos, ya que eliminan más placa de los lugares de difícil acceso. Los buenos cepillos eléctricos pueden eliminar hasta un 21% más de placa que un cepillo manual e incluso reducir el riesgo de gingivitis en un 11%. También hacen que sea más fácil aguantar los dos minutos completos y cepillarse suavemente.
Vale, pero ¿qué tipo de cepillo de dientes eléctrico?
Si un cepillo eléctrico te parece algo que merece la pena probar, todavía hay muchos entre los que elegir. Las dos variedades principales son los cepillos oscilantes y los sónicos. Los cepillos oscilantes giran rápidamente, mientras que los sónicos vibran de lado a lado. Ambos funcionan muy bien. Los más eficaces suelen ser más caros, pero si quieres que te recomendemos alguno, pregúntanos la próxima vez que vengas a vernos.
Asegúrese de cuidarlo bien
Una vez que tengas tu cepillo de dientes ideal, también es importante guardarlo adecuadamente y sustituirlo (o el cabezal, si es eléctrico) con regularidad. Desaconsejamos el uso de estuches para cepillos de dientes, excepto cuando los necesites para viajar, porque la mejor forma de guardar un cepillo de dientes es en posición vertical, donde pueda secarse entre usos. Si permanece húmedo, se convierte en un caldo de cultivo para los gérmenes. A continuación, asegúrate de sustituirla cada pocos meses, sobre todo si las cerdas se deshilachan o se doblan.
No se trata sólo de la herramienta, sino de cómo se utiliza
Tener el mejor cepillo de dientes para ti es una parte de la ecuación, y cuidarlo bien es otra, pero lo más importante es mantener una buena rutina cepillándote dos veces al día durante dos minutos completos. Incluso el cepillo de dientes más elegante sólo puede prevenir eficazmente la caries dental cuando se hace un buen uso de él. Si tienes alguna duda sobre qué cepillo elegir, ¡dínoslo!